Juan Ballano, natural de Atauta, era el mayor de 6 hermanos. Le
recuerdan como una persona con un gran corazón, muy cercano a la gente y que
siempre trataba de hacer el bien y ayudar a todas las personas que le rodeaban
o acudían a él a pedir ayuda. Albergaba ideales de progreso humano y pensaba en un
modelo de sociedad más justa e igualitaria.
Como hermano mayor, Juan fue una persona que asumió el papel
de padre ayudando y cuidando a sus hermanos pequeños. Eran muchas las veces que Juan
bajaba a una balsa de agua a lavar los pañales de sus hermanos a escondidas
para que no lo vieran, ya que en esa época estaba mal visto que los hombres
desempeñaran ese tipo de funciones, incluso, en casa también hacía las labores
de modisto y ayudaba a su madre a remendar las ropas de la casa.
Solía bajar a San Esteban de Gormaz a recibir clases
nocturnas, que fueron bien aprovechadas, ya que fue Juan el que enseñó a todos
sus hermanos a leer y escribir.
El principal sustento de la casa llegaba de trabajos que la
familia realizaba en los campos de la provincia de Guadalajara y de picar
piedras para la construcción de caminos. Juan era el encargado de negociar y
conseguir tales trabajos para la familia y otros acompañantes que les ayudaban
formando lo que antiguamente se conocía como "cuadrillas". Juan también trabajó en la fábrica de remolacha azucarera de la
localidad de La Rasa y como criado en casas ajenas.
En uno de sus trabajos como criado en el seno de una familia
acomodada y adinerada de la época, encabezada por Francisco Maluenda, conoció a
su futura esposa Filomena García sobrina del señor de la casa.
Juan era una persona con estudios y siempre fue considerado una persona inteligente y tal era así, que el Secretario del Ayuntamiento de San Esteban de
Gormaz acudía a él para pedirle ayuda para llevar a cabo y realizar las cuentas
económicas del Ayuntamiento. También es sabido que sus vecinos le pedían que
enseñara a sus hijos matemáticas y otras temáticas, lo cual Juan realizaba de
muy buen agrado.
A principios de la guerra Juan estuvo encarcelado diez días en la cárcel de El Burgo de Osma Se dice que fue Julián un primo
suyo, falangista reconocido y maestro en San Esteban de Gormaz quién le
denunció y a raíz de eso la Guardia Civil lo arrestó y se lo llevó de su propio
domicilio. Durante el tiempo que estuvo arrestado una amiga de Filomena, su
mujer, le llevaba algún bocadillo. Una de sus hijas cuenta que un día esa amiga
vió a Juan en un camión y que el volvió la cara para no mirarla. Parece que pudo cumplirse lo que se decía en aquella época: que cuando el director de la cárcel
daba la mano a un preso, significaba que no volvería a ser visto con vida.
Cuando le comunicaron a Filomena la muerte de Juan, la mayor
de sus hijas (en aquel entonces con 3 años) recuerda mucha gente en casa y
sobretodo los gritos de Filomena, los cuales ni siquiera a día de hoy se atreve
ni quiere reproducirlos. A casa de Filomena acudieron mujeres de auxilio social
y medical a alimentar a la menor de las hijas que en aquel entonces tenía 5
meses.
Después Filomena nunca volvió a hablar ni contar nada acerca
de la guerra. No volvió a casarse. La vida para la familia del fusilado a
partir de aquel momento no fue nada fácil y tuvo muchos problemas
económicos. Muchas noches Filomena con alguna de sus hijas iban en burra a
moler el trigo a escondidas para que no se lo quitasen. Recuerda la hija mayor
de Juan que incluso muchos domingos, Filomena a la hora de la misa tuvo varios
enfrentamientos con la guardia civil, debido a que en aquella época estaba
prohibido trabajar durante la celebración de la misa, y si amenazaba tormenta
la recogida de la alfalfa y otros cultivos requerían de la necesidad de hacerlo
con celeridad.
La hija mayor de Juan, tiene recuerdos muy vivos todavía de
la crueldad que mostraban alguna maestra y los niños en la escuela cuando
le decían" a tu padre le han matado porque era rojo".
Filomena García Maluenda falleció el día 9 de Septiembre de
1992 a los 83 años de edad en San Esteban de Gormaz. A día de hoy las tres
hijas de Juan Ballano siguen vivas: Agustina Ballano con 81 años reside en
Touluse (Francia), Lucía Ballano con 79 años reside en Barcelona y Filomena
Ballano con 77 años reside en San Esteban de Gormaz (Soria).
77 años después del asesinato de Juan, la Asociasción soriana Recuerdo y Dignidad cree que sus restos mortales están entre las siete personas encontradas en Barcones. De confirmarse esta afirmación con las pruebas genéticas, sus restos se entregarán a la familia en un acto de homenaje a celebrar en los próximos meses.